La Real e Ilustre Hermandad de San Isidro Labrador de Torrefranca se fundó en el año 1622, patrocinada por el rey Felipe IV. Fue el 15 de mayo de 1624 cuando se hizo en Torrefranca la primera fiesta religiosa en honor de San Isidro y, por la tarde, el corregidor D. Bernabé Tello Velarde y otros nobles, mataron dos vacas a caballo y con lanzas.
Hasta el año 1936, los toros de San Isidro se celebraron en la plaza de Torrefranca. Para la fiesta ocupaban media plaza, tapando con carros las bocacalles o accesos a la misma y delimitando la línea divisoria con carros ensamblados.
Después de varias décadas sin celebrarse la vaca de San Isidro, en el año 2003, los componentes de la Asociación Cultural “La Charlotá”, con la colaboración y patrocinio del Ayuntamiento, volvieron a elaborar la tradicional plaza de carros para celebrar una capea a la antigua usanza.
Estos jóvenes consiguieron que el tiempo se detuviera en la plaza de la Villa de Dos Torres, para que sus paisanos reviviesen la más popular y arraigada tradición celebrada en esta villa desde tiempos pretéritos. Un peculiar e improvisado coso taurino en el que tenían lugar las típicas capeas y sueltas de reses bravas.
Los asistentes a la capea pueden disfrutar con los magníficos recortes que ejecutan los integrantes de “La Charlotá”, así como con los lances al alimón que efectúan con capote y a cuerpo limpio, saltos con y sin garrocha sobre las reses y, en fin, recreándose ante la pasmosa destreza y facilidad con la que estos jóvenes se regocijan delante de la cara de las reses.
Hoy día esta fiesta se ha convertido en un evento de interés turístico de referencia en el territorio, atrayendo a numerosos turistas y visitantes para disfrutar de la autenticidad de una fiesta taurina asentada en la tradición y en el folclore popular.