Patria de la Fermosa Vaquera, que cantara el Marqués de Santillana, Hinojosa del Duque es un pueblo que cuenta con una grandeza representada en su historia y monumentos. Su arquitectura está marcada por la Iglesia de San Juan Bautista, conocida como la Catedral de la Sierra, que se presenta como uno de los conjuntos histórico-artísticos más importantes de la provincia de Córdoba.
La Catedral de la Sierra es una obra de gran magnitud y maestría arquitectónica donde el granito se hace palabra. Hay que destacar la grandiosidad de su fachada renacentista que se abre a la plaza de Hinojosa, y que muestra las dos líneas fundamentales de la arquitectura del siglo XVI, el plateresco y el clasicismo.
Hinojosa del Duque estuvo vinculada a la Casa Condal de Belalcázar desde 1444, se convirtió en el municipio más importante del señorío gracias a la virtud de sus tierras, aprovechadas desde tiempos inmemoriales para el cultivo de cereal y también por su amplia dedicación a la ganadería. Esta singularidad histórica está muy presente en monumentos como la Fuente del Pilar, que durante siglos fue parada obligatoria para pastores o centro de las Ferias de Ganado. Tampoco podemos olvidar el Convento de la Purísima Concepción y las ermitas de Santa Ana, San Isidro o San Gregorio.
Numerosas ermitas se extienden a lo largo de un municipio que vive su día grande a la llegada de la primavera con la celebración de la Romería de la Virgen de la Antigua, patrona de Hinojosa. Cuenta con una enorme cultura gastronómica, muy vinculada a las distintas fiestas religiosas y civiles, y una gran tradición artesanal en la forja y la alfarería, aunque ya en menor medida que antaño.