Bienvenido a Villaralto

Pequeña villa y algo apartada, Villaralto se levanta sobre un término que le aísla de la carretera general para preservar una belleza inmutable en sus granitos, dinteles y dehesas. La localidad fue fundada a finales del siglo XV o principios del XVI, cuando se asentaron en sus tierras un grupo de vecinos procedentes de Torremilano (actual Dos Torres) con el objetivo de encontrar nuevas tierras para la labor y el pastoreo.

La aldea sería entregada posteriormente por el Concejo de Córdoba a Luis Fernández Carreras, hermano del arcediano de Pedroche, que otorgó a Villaralto una jurisdicción propia con la que rompió los lazos que mantenía con Torremilano. Se originó un largo contencioso entre ambos municipios por el control de algunas tierras que no finalizaría hasta 1633.

Celebran el primer domingo de mayo la Romería de la Divina Pastora con un concurso de carrozas confeccionadas por los vecinos. Mantienen costumbres como las jotillas bailadas por los aceituneros o el esquileo, un duro oficio que se realiza en primavera y para el que siguen optando por las tradicionales tijeras.

Su principal edificio es la Iglesia de San Pedro, edificio que corresponde a una reedificación llevada a cabo durante el siglo XVIII con gran sobriedad. El visitante tampoco puede dejar pasar el Museo del Pastor que persigue conservar y enseñar los diferentes aspectos del pastoreo a lo largo de la historia.