Para hablar de la Feria de Hinojosa del Duque, hay que remontarse al siglo XIX y parte del siglo XX. Se la llamaba la Gran Feria, que era como la llamaban los gitanos, únicamente comparable en aquella época con la de Sevilla, según ellos; por lo escogido del tiempo para los labradores y ganaderos, entre una cosecha y otra; por lo hermoso del emplazamiento; y por lo céntrico de la localidad, entre Andalucía, Castilla y Extremadura.
Se celebraba entre los días 28, 29, 30 y 31 de Agosto, consistía en la exhibición de ejemplares selectos de ganado vacuno de carnes y lechero, lanar, cerda y cabrío tanto de carne como de leche; una sesión de avicultura y cunicultura; otra de cereales, leguminosas, aceites y vinos. Los ganados caballares, mular y asnal en vez de estar permanentes en el local de la exposición podían concurrir en un día y hora señalada, ante el jurado que había de hacer las adjudicaciones de los premios. Se establecían premios para los que se distinguieran en cada ramo, bien en metálico, bien honoríficos, para que sirva de estímulo a los agraciados y a todos los demás.
Actualmente la feria se celebra del 23 al 29 de agosto, una semana en la que el pueblo goza de su semana grande con la Feria y Fiestas de San Agustín. La Avenida Corredera establece un puente de luz y color entre la Plaza de la Catedral y el Real de la Feria donde se dan cita casetas, atracciones, actuaciones musicales, orquestas, actividades para niños, pasacalles y los habituales puestos de turrón y toda clase de productos. Mujeres ataviadas con el traje de flamenca, caballos, niños y mayores, pasean por el recinto ferial, participando desde la mañana a la noche en los diversos actos organizados para disfrute de todos.